Chimenea enérgica de agua
Las chimeneas tradicionales de combustible sólido tienen un grado de rendimiento bajo, porque la mayor parte de la energía que se produce por el combustible se dirige al ambiente a través de la chimenea. Estas chimeneas se caracterizan por una consumición grande de madera, lo cual es una carga no solamente para el prosupuesto financiar del consumidor, sino también para el ambiente, provocando una contaminación innecesaria.
Las chimeneas enérgicas mantienen el 75% del calor que producen, es decir obtienen un grado de rendimiento mayor en comparación con cada tipo de chimenea tradicional y consisten en dos categorías, las de radiación de aire y las de agua. Las chimeneas enérgicas de aire disponen conductos que distribuyen aire caliente en el espacio, mientras en las de agua el objetivo es que toda la energía de la madera se atribuya al sistema de calefacción, con las menos perdidas posibles.
La chimenea enérgica de agua se caracteriza por una chimenea de tipo cerrado con un cristal adecuado de arcilla. La chimenea está construida por ferrasa y su rendimiento es especialmente alto, a causa de la combustión controlada.
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